Revocatoria o revancha
Aníbal
Arévalo Rosero
En
varios municipios de Colombia se ha querido hacer la revocatoria del mandato a
sus respectivos alcaldes, pero esas iniciativas han quedado sólo en eso: en
intenciones. Hasta el momento no se ha logrado estrenar esa figura jurídica. El
caso de Gustavo Petro es el más visible y el más controversial. Pero, ¿hasta
dónde son intenciones verdaderas de una política altruista y hasta donde de
impera el revanchismo?
La
respuesta más evidente está en la negativa de la bancada mayoritaria del
concejo de Bogotá de no querer aprobar el POT, un proyecto ambicioso que según
una de la concejalas, que apoya las políticas públicas del alcalde Petro, dicho
ordenamiento territorial beneficiaría a las mayorías, haría de Bogotá una
ciudad sostenible, pero que quienes se oponen son los grandes magnates de la
construcción, a quienes les interesa priorizar su rentabilidad sin pensar en el
ambiente ciudadano.
Recordemos
que el alcalde capitalino tenía un mega proyecto de trazar la Avenida
Longitudinal de Occidente –ALO-, con espacios que beneficiarían a las personas
como tal, con amplias alamedas, calzadas
que permitan ágilmente el desplazamiento de los vehículos de un extremo a otro
de la ciudad y con características de un gran parque longitudinal con rica
vegetación. Pero qué sucedió, los emporios de la construcción hicieron uso de
cuanto micrófono se les cruzaba para hablar de la inviabilidad de dicho
proyecto.
No
hace falta buscarle la comba al palo; no hay peor ciego que el que no quiere ver. Los interese políticos saltan
a la vista. Lo del tren rápido para Bogotá y el tren de cercanías, mega obras
que contribuiría al despegue hacia el progreso de Bogotá, recibieron todas las
críticas y oposición sólo por provenir de un personaje de vertiente
izquierdista y sensato, como lo es Petro.
Pero
el propósito fundamental es acabar con el gobierno de esa seguidilla de
mandatarios de izquierda que hace buen tiempo lideran en la más importante área
administrativa del país. Y es que los mandatarios de derecha o de extrema
derecha no han podido asomar siquiera sus narices, amén de lo sucedido con el
predecesor de Petro, que éste último lo denunció a pesar de haber sido del
mismo partido.
Nos
quedaríamos cortos, necesitaríamos mucha tinta y mucho papel para mostrar
tantas artimañas que se tejen a fin de ponerle la zancadilla a Petro. Recuerdo
muy bien las declaraciones de un empresario que lazó una propuesta que llamaba
a sus similares a que hagan aportes económicos con el fin de no dejarlo
gobernar. ¿A caso el único vive o visita Bogotá es el alcalde?
Capítulo
aparte es el tema de devolverles a la empresa pública y a las cooperativas de
recicladores la recolección de las basuras en poder de 6 empresas privadas,
donde se beneficiaban reconocidos miembros de la rancia política nacional.
Desenfundaron una campaña mediática sin precedentes.
El
hecho es que si bien jurídicamente la revocatoria es viable, políticamente, no.
Por tratarse de una convocatoria atípica y porque los antecedentes así lo
dicen. Petro se queda y les dará una gran lección a sus detractores.
fundacionecosofia@gmail.com
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